sábado

A estas alturas de la película, decir que aún recuerdo el primer beso de amor con la misma intensidad de entonces es reconocer que no he cerrado ni puertas ni ventanas.
La coraza, no sirve de nada si no es una coraza con grietas y las bonitas palabras que tienen Elio y su padre en "Call Me By Your Name", refleja mucho de lo que ahora soy y lo mucho que no quiero olvidar. 


[Ahora mismo, puede que no quieras sentir nada.Posiblemente nunca quisiste sentir nada
y quizá no es conmigo con quien quieras hablar de esas cosas pero tengo la impresión de que sí sentiste algo. 
Mira, tuvisteis una bonita amistad, quizá fue algo más que una amistad. Y te envidio.
Cualquier padre en mi lugar querría que el asunto se acabara de una vez o rezaría para que sus hijos recuperaran el sentido común. Pero no soy ese tipo de padre.
Damos mucho de nosotros mismos para curarnos antes de las decepciones y a los 30 ya estamos agotados, y tenemos menos que ofrecer cada vez que conocernos a alguien nuevo. Pero hacer como si no sintieras nada, solo para dejar de sufrir ... !Menudo desperdicio!
¿Me estoy equivocando?
Entonces diré algo más para despejar las dudas. 
Estuve a punto de tener algo similar pero nunca tuve lo que vosotros. Siempre había algo que me reprimía, o que se ponía en medio.
Como vives tu vida es cosa tuya pero recuerda que nuestros corazones y nuestros cuerpos solo se nos dan una vez y, antes de que te des cuenta, tu corazón está agotado, y tu cuerpo llegará un punto en el nadie lo mire, y mucho menos se acerquen a él.
Ahora mismo hay pena, dolor, no trates de reprimirlo o perderás la alegría que sentiste. ]

viernes

Me gusta releer un libro cuando el ánimo palidece. Existen historias que te reconcilian con el interior y que te ayuda a reconocer como lo que realmente uno sabe que es. Esa esencia que tranquiliza reencontrar cuando el día a día arrastra entre vaivenes sin sentido.
Hace tiempo, caminando solo como muchos días, vagaba por una librería sin saber muy bien qué hacer, disfrutando de la inocencia por creer saber, decidí pensar que el libre albedrío guiaría mi próxima lectura, pensé negar a la filosofía Determinista y al feísimo Barón d'Holbach su derecho y con los ojos cerrados y tras girar dos veces sobre mi propio eje, señalé de la estantería un libro. Un libro de tapa amarilla y con un nombre muy sugerente.
Esa misma noche comenzó la lectura y desde la primeras páginas sincronicé la sonrisa con lo que mi imaginación daba por hecho que tuvo que tener su autora mientras lo escribía.
De nuevo me dispongo a leerte N. Krauss. 

domingo

Hace mucho tiempo que no escribo un poema, las rimas se rompen entre las teclas que duelen por no ser capaces de sentir.
Escucho canciones y aunque sé que mi alma estará sola sin opciones que me hagan vivir, la vida es corta y sin sentido, es lugar a tiempo completo hecho para compartir.

En este mes, ha fallecido una amiga y compañera de trabajo. Casi 15 años acompañándonos y no ha dado tiempo a velar su partida, ni acompañar el dolor de la marcha.
Te quiero Amiga.



sábado

Y en poco el tiempo pasa del todo a la nada. Y eso que el tiempo es constante.
Hace meses que no escribo unas palabras y no creo que me echéis de menos pero este sitio no está aquí para vosotros sino para mí. No busca éxito ni engrandecer el ego. Solo existe para descubrir el por qué existe.
Uff, que mierda es esta, estarás pensando. No te apures, el entretenimiento tiene muchas formas de dejarse ver. La más desconcertante es justamente esta. No entender nada de lo que el mensajero quiere transmitirte y desde el desconcierto, llamar la atención.
¿Necesito llamar tu atención? Puede, ya que durante todo mi tiempo a parte de solo siento un vacío que no sé describir muy bien.

domingo

Creo que han sido las peores semanas que he vivido en mi vida profesional y con la escasa vida personal que tengo, creo que han sido las peores semanas que he vivido.
Con independencia de que el problema no lo haya ocasionado yo, sino que he apoyado en el proceso de encontrar las soluciones, me he dado cuenta, una vez más, lo solo que estoy. Todos me cuentan sus historias, sus dudas, sus problemas y nadie parece querer escuchar las simples historias que uno también necesita decir.
Sé que el trabajo no es más que eso, trabajo. Que aunque le demos el 80% de nuestro día no es lo más importante. Sé que ahora no tengo nada de aquello que pude soñar compartiendo con alguien una vida completa, y sé que los momentos de debilidad, incluso en otros, añoro su abrazo. El apoyo de un todo que solo necesita hacer sentir la fuerza del cariño.

Llega la Semana Santa y el tiempo se dilata entre libertades inquietas.
No es que vaya a tener grandes planes para las vacaciones que me han obligado coger, no tener un sueldo acorde con las responsabilidades es lo que tiene, que encima no puedes soñar con disfrutar con el tiempo libre. Pero chicos, que no se diga. Madrid es una ciudad de posibilidades ¿No? para ricos y para pobres. Para solemnes y para mediocres, para ti y para mí.
Y esto último es lo que se dilata entre el tiempo que existe bajo nuestro espacio. La gravedad las modifica y la engulle como el fin de una megaestrella para que en su crisálida física se convierta en agujero negro.
Aunque no soy muy listo y esto de los agujeros negros no lo entiendo muy bien, sé lo distante que estoy de todo y todos. Lo que significa que siempre habrá espacio suficiente entre los dos.


miércoles

"Baby, I don't feel so good," six words you never understood
"I'll never let you go," five words you'll never say
I laugh alone like nothing's wrong, four days has never felt so long
If three's a crowd and two was us, one slipped away

[Chorus]
I just wanna make you feel okay
But all you do is look the other way
I can't tell you how much I wish I didn't wanna stay

domingo

Hace un año que estoy en Madrid. Y muy bien no sé que resumen hacer. Demasiado trabajo y poca o casi nula vida social. Es curioso cómo nos dejamos arrastrar por el devenir insustancial de nuestro día a día sin reparar que lo gratificante se encuentra en los pequeños detalles. En lo que te hace ser uno mismo y lo que realmente te diferencia de los demás. Será que debo hacerlo mejor en los siguientes días, será que me dejo llevar y tan solo con tomar las riendas del presente puedo llegar a otro año más con grandes cosas que contar.
Cuando decidí cambiar, fue por crecimiento profesional, ver más tarde que esa decisión en realidad estaba tomada para querer descubrirme me costó unos días. Madrid se abría a un forastero tanto como mi alma necesitaba abrirse a algo de compañía. Es verdad que no pensé sentirme tan solo, pensé que las personas que conocía se comportaría como lo que eran, pero eso no fue así y la soledad se hizo más grande. Situaciones que me han enseñado a hacer caso de los hechos y no de la fe.
Un año de dolor, cáncer, muerte pero también vida, un año de estrés, de aprendizaje, de soledad y de frío, frío sentimental. Un año de razones para saber que aun puedo con mucho más y que aunque el futuro sea incierto, no debo tenerle miedo.

Hasta mañana.
Es bonito esto de perderse en tu propia ciudad, al menos lo es si encuentras nuevos museos o lugares que te hacen soñar en un futuro mejor.
Desde que estoy en Madrid, no he podido tener momentos de estos, la falta de tiempo, el dinero o el cansancio han frustrado mi lado aventurero, aquel que con los viajes afloran y segregan serotonina por doquier. Y es una pena. La vida es para disfrutarla y eso se nos olvida con facilidad. Es posible que yo esté un poco contento por estar ahora mismo escuchando a Gary Clark Jr. y su The Guitar Man pero creo que primero a ti mismo te debes dar un poco para luego recibir un poco también. ¡Qué locura estás diciendo, no! ¡Debe ser dar a otro para que te de! Pues no tengo a nadie ¿Sabes? Así que sin pretender ser ególatra, me tendré que dar para no caer en espirales que necesitan altas concentraciones químicas. Buscar la serotonina frente a la dopamina es siempre una mejor opción.

Hasta mañana.

sábado


Nada más que una realidad que consigue destruir aquello que pensabas definitorio. Nada más que ocultar un deseo inalcanzable, motor del día a día. Nada más que un hogar que no te refugia ya que sus paredes no hacen desaparecer el frío. Esto, lectores de este blog mediocre, es la depresión cinética. Pasos, pasos de la gran derrota.

No se asusten, por favor, no pasa nada grave por mi cabeza (solo pasan cosas normales). El derrotismo viene causado por el cansancio de trabajar en exceso sin resultados satisfactorios. Resultados que van acompañados de descubrimientos musicales que encajan a la perfección en el momento vivido y que no ayudan a ver salidas fáciles.


Paso todo el día pensando en vos
qué hay de malo en todo esto.
Paso todo el día pensando en vos,
Vos pensás que pierdo el tiempo.

Perdón si estoy de nuevo aca
pensé que habías preguntado por mí,
me gusta estar de nuevo aca
aunque no hayas preguntado por mí,
voy a quedarme un poco acá
Cuidarte siempre a vos en la derrota
hasta el final, el final.

Es la depresión cinética.
<< Está la puerta abierta>> . Decía una canción que hoy me viene a la cabeza mientras recuerdo uno de los programas de TV que más echo de menos.
No era un programa muy visto y solo se podía ver en La 2. Recuerdo que los domingos a las 20:00 me iba a la tv del cuarto de mis padres, una televisión de 14 pulgadas con aire retro al que el mando a distancia no le funcionaba. Allí terminaba llorando durante tres cuartos de hora. La temática del programa mostraba vidas cotidianas, la sencilla supervivencia de una vida normal que tanto admiraba entonces y que ahora parece que también envidio un poco.
Al terminar la banda sonora dejaba una reflexión de cómo las dificultades siempre son menores si las compartes y que podemos seguir adelante aunque parezca que no existe salida.
Y es que, los problemas son más pequeños si tienes a quien contárselos recibiendo todo el apoyo y amor necesario.

I miss you. No paran de decir la lista de reproducción de Spotify. Hasta la maldita inteligencia artificial, aquella que dominará la moda y nuestro futuro predestinan qué es lo que me pasa. Quizá sea más influenciable de lo que creo y que el contrasentido del libre albedrío se alejó cuando llegué a Madrid. El caso es que te echo de menos y aunque ahora sea más un imagen idolatrada de lo que fue sin ser real, me gustaría volver a verte.

Acerca del blog