domingo

Llega la Semana Santa y el tiempo se dilata entre libertades inquietas.
No es que vaya a tener grandes planes para las vacaciones que me han obligado coger, no tener un sueldo acorde con las responsabilidades es lo que tiene, que encima no puedes soñar con disfrutar con el tiempo libre. Pero chicos, que no se diga. Madrid es una ciudad de posibilidades ¿No? para ricos y para pobres. Para solemnes y para mediocres, para ti y para mí.
Y esto último es lo que se dilata entre el tiempo que existe bajo nuestro espacio. La gravedad las modifica y la engulle como el fin de una megaestrella para que en su crisálida física se convierta en agujero negro.
Aunque no soy muy listo y esto de los agujeros negros no lo entiendo muy bien, sé lo distante que estoy de todo y todos. Lo que significa que siempre habrá espacio suficiente entre los dos.


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