sábado

Romper los silencios es una tarea valiente que solo la osadía termina sanando. Tardar en llamar a alguien, tener miedo al vacío, saber quien eres o esperar a que te lo digan son parte de la madurez que a nuestra edad debería estar solucionado pero que por la falta de osadía se enquista en nuestra vida.
Quizá la falta de tratar estos temas hace que cueste comunicarlos, apartar de nuestro día lo que tanto nos cuesta tener nos genera falta de experiencia que es notable cuando una conversación se muestra frente a un café de forma natural.
A veces cuesta vernos, cerramos nuestro propio cerrojo y eso es un gran error. Necesitamos manos amigas para avanzar y que gire nuestro sentido, sino la osadía individual solo es interpretada como un acto de incomprensible locura que jamás llevará a ningún lugar.

jueves

Necesito viajar. No he encontrado ninguna actividad que me guste o enriquezca más que esta.
Tener un destino, aprender un poco de su historia para entender lo que me voy a encontrar. Leer cómo han viajado otros o buscar libros que cuenten una historia de ese lugar es un proceso que me acelera el corazón.
Viajar puede que sea de esas cosas que no siempre las tratas de igual forma, es decir, a veces puedes necesitar viajar solo otras acompañado de un amigo o acurrucado con tu pareja. De esto último, aunque me hubiese gustado no he tenido muchas oportunidades pero es cierto aquello que no todos los viajes los puedes compartir con cualquiera. Casi siempre viajo solo, pero tengo amigos con los que puedo contar para viajes especiales. Cierto es que necesitas dinero pero no siempre y según como te lo montes, puede ser barato, eso sí, no puedes ser muy exigente con lo que te encuentres.
Recuerdo que el hotel (aunque he tenido mucha suerte) que mas incomodo dormí, fue en un tren. Y donde mejor comí, literalmente en las calles de Vietnam. Una vez, mientras caminaba por laberínticos campos de la toscana, una señora me vió un poco perdido y me invitó a un vaso de agua. Como en una escena de Call By Your Name, pero sin amor y pareja. Una señora amable y sin ninguna pretensión más que la de ser amable. Maravilloso.
Normalmente dividido los viajes entre las escapadas y deseos. Ya preparo mi próximo deseo y el destino es Sudáfrica. Queda mucho para que llegue (tenemos que ahorrar) pero yo ya voy soñando para que la vida tenga algún incentivo ¿No? Por ahora voy a leer "Llanto por la tierra amada" de Alan Paton y descargado una guía del país. Todo tiene muy buena pinta. ¿Te vienes?

Hasta Mañana.


sábado

Me vine a Madrid para crecer profesionalmente. Pensé, me pagan más y los retos me gustan ¿Por qué no probar? Ahora que ya veo que el alquiler se come casi todo el sueldo y que el reto es aburrido, no sé qué hacer.
Supongo que vosotros también os habéis encontrado en una situación parecida y que como yo, tras algunas malas noticias personales, salir de este bucle desesperado, se ve complicado.
Esta ciudad tiene tanto que enseñar y nosotros tanto que aprender que es injusto pensar que todo ciclo de vida no puede desviarse hacia el disfrute. Solucionar injusticias, desear el bien ajeno y ayudar solidariamente enriquece tanto que ayudan a romper ciclos tóxicos. Así que estoy apoyando sin pretender nada más que ayudar a los demás. y NO, no se me olvida que el primero que necesita ayuda soy yo, pero esto puede que sea el camino hacia lo que sea que no parezca un infierno.

Hasta mañana.

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