lunes

No ha sido nada especial, hoy no ha habido nada especial. Sé que normalmente el hombre de a pie no se fija en los detalles. Cuando nos preguntan que has comido, muchas veces no somos capaces de recordarlo y el esfuerzo de pensarlo muestra la importancia que comer tiene para el ser desarrollado. 
Yo no soy así, cuento cada paso que doy y tiendo a tocar toda textura que me rodea, necesito sentir la rugosidad de la piedra o lo suave que es el mantel, lo resbaladizo de la barra del metro o cómo son los surcos que tiene la correa de mi maletín, miro siempre al suelo y si estoy escuchando música imagino los acordes de guitarra con la mano izquierda. No soy un tarado, no creas pero antes de dormir repaso lo que he hecho para sentir que el día tiene detalles que merecen la pena no olvidar. Como el dibujo que alguien hizo en la acera con tiza. Corazones cuadrados. Qué curioso, quizá sea un error pero el corazón puede tener aristas puntiagudas como si de un origami se tratara. Dobleces cuadradas sin sentido. 

Hasta mañana.


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