sábado

Las aventuras pueden ser muy desafiantes. La idea de hacer frente a situaciones desconocidas y con ello conocer tus propios límites es cuanto menos valiente.
Siempre he fantaseado con poder trabajar viajando. Mostrar el mundo con mis ojos es quizá la utopía a que se enfrenta mi realidad llena de límites y miedos. Por lo pronto he cambiado de ciudad. Una que me gusta y a la que debo descubrir con ojos ingenuos.

No es fácil empezar desde cero en una ciudad sin nadie en quien confiar. Conocer el entorno solo me está costando más de lo que creía, mi sueldo no da para mucho y paso más tiempo trabajando y en casa que descubriendo este nuevo mundo. Hubiese venido bien un amigo pero supongo que eso aún no me lo merezco.

Por lo pronto, abusaré de vuestro tiempo y a lo largo de los días iré contando cómo se hace "el camino del comienzo". Ya sé que no es muy innovador, lo han hecho muchos y muy buenos escritores de historias que podrían hacer suya una de las frases más ilustres de "Música para Camaleones". "Cuando Dios le entrega a uno un don, también le da un látigo; y el látigo es únicamente para autoflagelarse."  
Siempre he querido meter esta frase en alguna de mis conversaciones pero ni tengo ningún don y casi no tengo conversaciones. ;/

Hasta mañana.

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