Ha sido una semana dura, no lo puedo esconder. Se ha apagado una luz que me hubiese gustado haber tenido tiempo de volver a mirar, he tenido que lidiar con jefes ineficaces y he tenido molestias físicas en donde no debe haberlas, todo sin poder contárselo a alguien, sin ningún abrazo amigo y sintiendo que incluso contármelo a mí mismo no tiene ningún sentido, que forma parte de un tiempo perdido que no tendríamos que gastar.
No os preocupéis, sé que todo es pasajero, mañana estaré de mejor ánimo. No queda otra ¿Verdad?
Hasta Mañana.